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El Gobierno de la Ciudad piensa que la crisis es beneficiosa para que el sector privado concrete negocios

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Así lo expresó  el auditor general por el Frente de Todos, Lisandro Teszkiewicz.

Un informe actual de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires arrojó  que en el año 2016, las dos empresas que trabajan con el acarreo de vehículos en el distrito porteño, Dakota S.R.L. y BRD S.A. alcanzaron a cubrir el canon anual que tienen que abonar al Gobierno de la Ciudad por la concesión con poco más del 1% de sus ingresos.

Este informe de carácter público, fue suscripto por todos los auditores entre ellos los que son parte de Juntos por el Cambio. Allí se detalla que BRD tuvo un ingreso total durante ese  año por $57.477.750, o sea la tarifa estaba en $750,  como consecuencia de los 76.637 acarreos que realizó y tuvo que pagar un canon anual de $660.000, es decir que con el 1,15% de su facturación cubrió el canon anual. Asimismo, la situación para Dakota no fue distinta, ese mismo año efectuó  84.919 acarreos lo que le representó un ingreso de $63.689.250 de los cuales abonó $660.000 de canon anual, el 1,04% del total.

Por otra parte, el informe de la Auditoría tomó también los dos años anteriores. A partir del 2014 BRD realizó 72.598 acarreos por un total de $25.409.300, en ese entonces la tarifa estaba en $350. Del monto total de ingresos la empresa tuvo que cubrir un canon anual de $360.000, lo que representó el 1,42%. A la vez, al año siguiente, se incrementó  la tarifa pero además se le cobró $300.000 anuales más de canon. Por otro lado, el total de vehículos levantados por las grúas fueron 76.818 a una tarifa de $450, lo que representó un ingreso de  34.568.100, o sea, que alcanzó el pago a la Ciudad con el 1,91% de los ingresos.

Asimismo, Dakota conservó la misma situación. En el año 2014 realizó 81.505 acarreos por un total de $28.526.750 y tuvo que pagar el mismo canon lo que era el 1,26% de sus ingresos. Por otro lado, al año siguiente fueron 82.577 acarreos, lo que le ocasionó un total de $37.159.650 en ese concepto de los cuales, con el aumento del canon, tuvo que destinar el 1,78% para abonarle  a la Ciudad.

“Pero no sólo con el acarreo pasa eso, a esa cifra hay que sumarle el acuerdo que rubricó la Ciudad en 2007 mediante el cual se comprometió a hacerse cargo del 20% del extra en los sueldos de los empleados de ambas empresas. Por este mecanismo entre 2014 y 2016 BDR recibió $170.820.033 mientras que Dakota $164.590.661”, comenta el auditor general por el Frente de Todos, Lisandro Teszkiewicz.

“Como puede apreciarse en los cuadros anteriores, los pagos efectuados por el GCBA a las concesionarias en los últimos años muestra un comportamiento creciente en relación a los ingresos que el GCBA obtiene en concepto de multas por mal estacionamiento, llegando los mismos en el año 2016 al 59% en el caso de BRD S.A. y al 50% en el caso de DAKOTA S.A.”, informaron  en sus conclusiones los auditores al momento de aprobar dicho informe.

Actualmente la situación es distinta. Luego de que la ley de estacionamiento medido que se sancionó en 2016 fuera declarada inconstitucional luego de que el ex legislador de la Ciudad Gustavo Vera fue a la Justicia porque consideró que el mecanismo de aprobación no cumplió con la normativa vigente (y aunque él mismo se mostró a favor de una actualización del canon) recién a finales de 2019 se contó con una nueva iniciativa que extendió las zonas a cubrir por las empresas que decidieron presentarse a la licitación.

“El gobierno de Rodríguez Larreta entiende que la crisis sanitaria y económica que estamos viviendo, producto de la pandemia, es un buen momento para que el sector privado haga negocio en detrimento del bolsillo de las y los porteños. El gobierno porteño decidió duplicar el servicio de grúas para los “mal estacionados” que va en contra del uso de transporte privado y por tanto las medidas de prevención del coronavirus”, reclamaTeszkiewicz.

Asimismo, el año pasado concluyó el final del proceso licitatorio que tuvo a dichas sociedades como las ganadoras. Por otro lado, tanto desde las empresas como desde el Gobierno de  Rodríguez Larreta, enfatizaron que el canon no está  sujeto a la rentabilidad que posee el servicio. En referencia al acarreo, a la vez, sostuvieron que hay varios costos fijos que son variables y que hacen que no sea extremadamente redituable.

A la vez,  las variables son el tipo de cambio, el valor de los combustibles, negociaciones paritarias en el marco del gremio de camioneros, y ajuste de salarios de acuerdo a estos, según determinaron. Asimismo, entre 2001 y 2021, el costo del gasoil se incrementó  134 veces y los salarios, que representan un 70% de los costos de operación,  95 veces. En tanto que los ingresos o tarifas no lo hicieron de igual forma.

“A estos costos de operación, no dicen que desde el 2001 vienen facturando unos millones anuales y lo que pagaron al Estado es un irrisorio canon de 55 mil pesos mensuales” comenta el auditor peronista y agrega “hoy en día, la tarifa de acarreo se incrementó hasta el valor del traslado con grúas a $ 6.525. A esto hay que sumarle el costo de multa dependiendo el tipo de infracción. Hoy las concesionarias recaudan todo el costo del canon mensual en media hora, es decir a las 8:30 del día 1° de cada mes, han recaudado todo su canon, con excepción de enero y mayo que el 1° es feriado y deben esperar hasta el 2”.

Por otra parte, entre 2016 y 2018, la Dirección General de Concesiones realizó un plan de readecuación de todos los canones que tenía el Gobierno. A cargo de Pablo Dirocco, en ese tiempo se renovaron 65 concesiones y se generó un incremento  total del 101,37% en términos reales (ajustados a la inflación). Fue durante ese tiempo que se quiso avanzar con dicha normativa que quedó truncada en la Justicia.

Más allá de eso, y con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) con cifras garantizadas para la inflación mensual, se adecuaron los cánones de Punta Carrasco, Costa Salguero, el Golf de Buenos Aires y el Buenos Aires Design, que de forma histórica habían mantenido  litigios con la Ciudad en referencia.